Experiencia adquirida sobre los interesados

Última editado: January 03, 2012

Este contenido está disponible en

Opciones
Opciones

Suministro de acceso a la prevención de la VCM y a los servicios de respuesta: Las campañas sobre la VCM tienden a incrementar la demanda de apoyo directo a las supervivientes de la VCM, ya que las mujeres que no se han atrevido a denunciar su experiencia de VCM podrían sentirse alentadas a buscar apoyo. Por consiguiente, es fundamental que las campañas, especialmente las que se centran en la concienciación, no se inicien a menos que las supervivientes y otros miembros de la comunidad tengan acceso a los servicios mínimos (de salud, protección y jurídicos) o a remisiones para obtener el apoyo que puedan necesitar. En muchos casos, las actividades de extensión o promoción podrían inducir a una mujer o niña a revelar por primera vez los abusos sufrido, por lo cual debería ponerse rápidamente a disposición de estas orientación y atención inmediatas, de conformidad con las normas éticas.

Si no se dispone de servicios de apoyo, o si estos son insuficientes, tal vez sería conveniente comenzar con proyectos o campañas de promoción para el establecimiento de organizaciones que presten apoyo a las supervivientes de la VCM. Otra opción sería reformular la campaña para hacer un llamamiento a la justicia y abordar las desigualdades con que se enfrentan las mujeres y niñas en sus vidas cotidianas, en lugar de abordar directamente la cuestión de la VCM.

Si las supervivientes disponen de servicios de protección y apoyo, también es fundamental que los organizadores de campañas trabajen para establecer vínculos y coordinar las actividades con las organizaciones que prestan estos servicios, por ejemplo los centros de orientación, los refugios para mujeres y los agentes de policía y funcionarios judiciales capacitados para ocuparse de cuestiones relacionadas con la VCM. Mantenga una lista actualizada de direcciones y números de teléfono a los que puedan recurrir las supervivientes y comparta información regularmente con los proveedores de servicios a medida que avanza la campaña.

Para más información véase Servicios para las víctimas en el módulo de Legislación.

Ejemplo: El Southern Africa Counter-Trafficking Assistance programme (Programa para África Meridional de Asistencia contra la Trata de Personas - SACTAP) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) produjo un radioteatro llamada Dealers/Troco como parte de su campaña de concienciación sobre la trata de personas y para dar a conocer sus líneas telefónicas de asistencia en Sudáfrica, Zimbabwe y Zambia. Las líneas de asistencia gratuitas están a cargo de consejeros formados para responder a todo tipo de inquietudes, desde preguntas de carácter general hasta solicitudes de asistencia de víctimas de la trata. 

  

Si desea consultar más información, véase el sitio web (en inglés).

Trabajo con hombres y niños: Aunque se ha demostrado fehacientemente que, independientemente de la forma y el contexto de la VCM, la abrumadora mayoría de los autores son hombres, la VCM afecta profundamente a todos los sectores de la sociedad. Puede destruir las redes sociales y separar a familias y comunidades. Por consiguiente, las campañas eficaces deben estar dirigidas no solo a mujeres y niñas, sino a hombres y niños, e incluirlos. 

Debe impulsarse la participación de hombres y niños como aliados fundamentales para prevenir la violencia. Cuando se les imparte información y se los sensibiliza respecto de la cuestión, muchos hombres pueden constituirse en modelos y portavoces importantes para promover la igualdad de género en las relaciones familiares y condenar el uso de la violencia para resolver los conflictos en el hogar y la comunidad. Los hombres y niños pueden contribuir a aclarar que es posible prevenir la violencia en sus propias vidas y ejerciendo influencia en sus pares.

Está aumentando la base empírica de cambios positivos relacionados con el trabajo con hombres y niños. (Véase también ¿Qué se sabe hasta ahora sobre el trabajo con hombres y niños?) En muchos países los hombres se han sumado a la lucha por poner fin a la VCM, organizando campañas de hombres únicamente o participando en campañas mixtas (de hombres y mujeres). Un ejemplo de ello es la Campaña del Lazo Blanco (en inglés), considerada ampliamente la primera campaña organizada por hombres para poner fin  a la VCM. Comenzó en 1991 como una iniciativa de un grupo de hombres en el Canadá  destinada a estimular a los hombres y niños a manifestar su oposición a la violencia contra las mujeres y niñas, y prevenirla. Actualmente la campaña se ejecuta en por lo menos 60 países en noviembre y diciembre todos los años. 

Véase el módulo Hombres y Niños si desea obtener más información y orientación sobre la forma de impulsar la participación de hombres y niños para poner fin a la VCM.

Recuerde: Las activistas de los derechos de la mujer a veces tienen reservas acerca de trabajar con hombres. Algunas creen, por ejemplo, que podría desviar la atención de la necesidad de empoderar a las mujeres o que no todos los hombres que se oponen a la VCM respaldarían un programa sobre la igualdad de género. Los grupos de mujeres y las organizaciones mixtas o de hombres pueden superar las diferencias y dificultades y formar alianzas estratégicas compartiendo los valores y objetivos fundamentales. En el módulo Hombres y Niños  se enumeran algunos de estos desafíos y las formas de superarlos.

Sensibilidad en materia de género: Por lo general, los organizadores de campañas sobre la VCM deben tener presentes las cuestiones de género, es decir los problemas relacionados con las funciones, los comportamientos, las actividades y los atributos socialmente establecidos que una sociedad determinada considera apropiados para hombres y para mujeres. Si una campaña incluye grupos que nunca han trabajado en relación con las cuestiones de género, es esencial organizar capacitación y un diálogo regular para garantizar que los organizadores de la campaña actualicen permanentemente sus conocimientos y comprensión, y trabajar en forma cotidiana teniendo en cuenta las cuestiones de género.

Promoción del liderazgo y la orientación provistos por el movimiento de mujeres: Las organizaciones de mujeres han estado a la vanguardia de la organización de campañas para poner fin a la VCM, dando visibilidad al problema como una cuestión de derechos humanos y un desafío social y de salud, e incorporándolo en los programas internacionales. En los últimos decenios, muchas organizaciones de mujeres han adquirido competencias y experiencias decisivas para analizar y cuestionar las normas sociales y culturales que fomentan la VCM. Las campañas para poner fin a la VCM deberían aprovechar esta experiencia y promover el liderazgo de las mujeres para contribuir a la transformación social con miras al logro de la igualdad de género.

Movilización de las comunidades y promoción del liderazgo local: A fin de crear un entorno propicio para el cambio, un gran número de comunidades y dirigentes comunitarios clave deben asumir su responsabilidad y contribuir a la eliminación de la VCM. Las campañas que han tenido éxito se han fundamentado en general en la idea de que toda persona puede y debe ser un agente de cambio y que debe apoyarse el liderazgo local. El liderazgo descentralizado de la campaña y el activismo a nivel comunitario que moviliza a un número creciente de personas de diversos orígenes pueden propagarse y crear una masa crítica que, a su vez, pueden afectar a la reforma o transformación de las prácticas sociales o institucionales (por ejemplo la aplicación de la ley, el régimen judicial, los servicios mejorados).

Ejemplo: La campaña contra la práctica de los pies vendados en China es un ejemplo de campaña que abarcó una amplia variedad de sectores de la sociedad. Podría decirse que fue una de las primeras campañas para poner fin a la VCM en el mundo moderno. La práctica de los pies vendados era una práctica tradicional en China, por la cual se quebraban los pies de las niñas pequeñas y se los envolvía en capas ajustadas de tela para que al crecer se transformaran en pequeñas protuberancias deformes llamadas “pies de loto”. Se pensaba que las niñas que tenían “pies de loto” tendrían mayores probabilidades de conseguir un marido rico, aun si quedaban discapacitadas para el resto de sus vidas. Muchos contribuyeron al movimiento para poner fin a esta práctica, incluidos los dirigentes políticos que la prohibieron en 1912, respetados académicos chinos que la denunciaron como una práctica cruel y los misioneros cristianos que trabajaron con comunidades locales para despertar la conciencia a este respecto. Además, en última instancia el éxito de la campaña obedeció en gran medida a los progenitores que se comprometieron formalmente a no vendar los pies de sus hijas y a impedir que sus hijos se casaran con niñas con “pies de loto”. En las comunidades en que se abordó tanto el lado de la “oferta” como el de la “demanda” de esta manera, la práctica aparentemente desapareció en una sola generación. (Fuente: Appiah, K., octubre de 2010.  The Art of Social Change