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El modelo multisectorial

Última editado: July 03, 2013

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  • Las experiencias obtenidas en el terreno en materia de elaboración de programas revelan que ningún sector o entidad es capaz de abordar por sí solo todos los aspectos de la respuesta a la violencia contra las mujeres y las niñas. El modelo multisectorial propone medidas interinstitucionales que promueven la participación de las personas a quienes van dirigidas, la cooperación interdisciplinaria e interinstitucional, la colaboración y coordinación entre los sectores clave, incluidos (aunque sin estar exclusivamente limitado a ellos) los de la salud y la ayuda psicosocial, la justicia y la seguridad. Los sectores están integrados por todas las instituciones, entidades, personas y recursos que van orientados a objetivos específicos (p. ej., el sector de la salud lo componen el Ministerio de Sanidad, los hospitales, los centros, los prestadores y administradores de la atención sanitaria, las instituciones que imparten formación al personal sanitario, los suministros de salud, etc.). Para más detalles sobre el modelo multisectorial, véase ACNUR, 2001, Prevention and Response to SGBV in Refugee Situations: Interagency Lessons Learned Conference Proceedings; y el documento, más reciente, de ACNUR, 2003, Interagency Guidelines for the Prevention of and Response to Sexual and Gender-based Violence Against Refugees, Returnees, and Internally Displaced Persons.

 

 

  • El modelo multisectorial señala de forma explícita las responsabilidades propias de cada sector (para más información sobre estas responsabilidades, véase el apartado VII: Implementación de programas de respuesta):
  • El sector de la salud debe capacitar a los prestadores en un amplio abanico de servicios de salud a fin de que puedan reconocer y hacer frente a la violencia contra las mujeres y las niñas; emplear entrevistadores del mismo sexo que la persona que ha estado expuesta a la violencia; responder de inmediato a las necesidades sanitarias y psicosociales de las mujeres y las niñas que han estado expuestas; establecer protocolos para el tratamiento, la remisión, la reunión de datos y documentación que garanticen la confidencialidad; tratar las lesiones causadas por la violencia de forma gratuita; así como proporcionar pruebas forenses y prestar testimonio ante los tribunales cuando la persona los autorice.
  • El sector de ayuda psicosocial debe estar en condiciones de brindar asistencia psicológica de forma continuada —lo que requiere la formación y supervisión permanente de psicólogos, trabajadores sociales y trabajadores de servicios a la comunidad— y facilitar la remisión a otros servicios. En el modelo multisectorial, los proyectos de educación y generación de ingresos se consideran parte de los programas psicosociales. Los sistemas educativos deben velar por que los programas de estudio incluyan temas como el “contacto físico apropiado”, las relaciones saludables y los derechos humanos fundamentales; imponer códigos de conducta para todo el cuerpo docente y capacitación a fin de aprender a reconocer las señales de los niños en riesgo; así como ofrecer servicios asentados en la escuela para aquellos que han estado expuestos a la violencia. Los proyectos de generación de ingresos no sólo deben promover la autosuficiencia económica de las mujeres, sino también vigilar los riesgos de violencia doméstica e incorporar la educación en materia de derechos humanos en sus actividades.
  • El sector de la justicia debe estar en condiciones de proporcionar asesoramiento legal gratuito o de bajo coste, asistencia letrada y otras formas de asistencia jurídica a las mujeres y las niñas que han estado expuestas a la violencia; estudiar y revisar las leyes que atizan la violencia contra las mujeres y las niñas; aplicar las leyes que protegen a las mujeres y las niñas y castigan a los agresores; hacer un seguimiento de los asuntos y procesos judiciales; emitir órdenes de protección y otras medidas legales de seguridad para las sobrevivientes; y vigilar que los agresores cumplan con los programas de rehabilitación ordenados por el tribunal (p. ej., los programas para maltratadores).
  • En el sector de la seguridad, debe educarse a los policías, militares y otro personal de seguridad acerca de la violencia contra las mujeres y las niñas. También deben recibir capacitación sobre la forma de intervenir debidamente en estos casos. La policía ha de disponer de espacios privados donde se garanticen la confidencialidad y la seguridad de las sobrevivientes que denuncian tratos vejatorios; emplear entrevistadores del mismo sexo que la víctima; establecer protocolos de remisión a otros sectores; reunir datos estandarizados y desagregados por sexo relativos a los incidentes; y crear unidades especiales para combatir la violencia contra las mujeres y las niñas.
  • Entre las funcionas transversales a cada sector, se incluyen la participación y la educación de la comunidad, la reunión segura y confidencial de datos así como la supervisión y la evaluación. Otro elemento fundamental es la coordinación intersectorial e intrasectorial, incluida la elaboración y la supervisión de los informes y de las redes de remisión, el intercambio de información y la participación en reuniones periódicas con los representantes de varios sectores. (Véase la información relativa a los procedimientos operativos estándar.)
  • El enfoque multisectorial tiene como principio fundamental la preeminencia de los derechos y las necesidades de los sobrevivientes, en términos de acceso a servicios respetuosos y de apoyo, garantías de confidencialidad y seguridad y elección de la línea de acción para resolver el incidente.
  • Otro elemento esencial del enfoque multisectorial es la estrecha colaboración con los grupos locales de mujeres. Las mujeres y las niñas han de estar incluidas en la elaboración de los programas desde el inicio, y desempeñar una función activa en todas las etapas de supervisión, evaluación y desarrollo continuo de los programas. (Para más información, véanse los Principios rectores.)

 

Herramientas adicionales

Para impartir capacitación basada en el enfoque multisectorial, véase Vann, B., 2004, Training Manual Facilitator’s Guide, Multi-sectoral and Interagency Prevention and Response to Gender-based Violence in Populations Affected by Armed Conflict.

 

Recursos adicionales

Para información general relativa a la ejecución de programas sobre violencia contra las mujeres y las niñas en contextos humanitarios, véase:

CICR, 2004, Addressing the Needs of Women Affected by Armed Conflict: An ICRC Guidance Document

Steinberg, D., 2010, Working Paper on Preventing and Responding to Sexual Violence against Women Displaced by Conflict

Comisión de Mujeres para Mujeres y Niños Refugiados, 2006, Displaced Women and Girls at Risk: Risk Factors, Protection Solutions and ResourceTools

USAID, 2007, Women and Conflict. An Introductory Guide for Programming

UNFPA, 2007, Challenges and Good Practices in Support of Women in Conflict and Post-Conflict Situations