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Fase anterior al conflicto

Última editado: December 24, 2013

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  • Las mujeres y las niñas se enfrentan a distintos problemas según las diferentes fases del conflicto. Mientras que gran parte de las estrategias para involucrar a las mujeres en el liderazgo deberán usarse en todas las etapas de un conflicto, otras podrán resultar útiles para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas antes, durante el conflicto o en la posterior fase de transición.

Áreas de liderazgo 

  • Prevención y seguimiento de conflictos, análisis de riesgos y alerta temprana sensibles al género. La violencia contra las mujeres y las niñas y otras cuestiones de género pasan muy a menudo inadvertidas como señal de alerta de la escalada de un conflicto. Las iniciativas de vigilancia que tienen en cuenta las experiencias de las mujeres pueden contribuir a prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas e intensificar las medidas globales para prevenir el conflicto (Moser, 2007).

 

Estrategias clave 

  • Colaborar con las organizaciones locales de mujeres y brindarles apoyo, desarrollar las capacidades mediante formaciones en gestión, liderazgo, derechos humanos y violencia contra las mujeres y las niñas.
  • Implicar a las mujeres en los procesos de alerta temprana, tanto en la evaluación de riesgos como en la planificación de la preparación. Preguntar a las mujeres y niñas (por separado y conjuntamente con hombres y niños) por sus problemas, sus necesidades y los riesgos que corren en términos de protección (IASC, 2007).
  • Fomentar el desarrollo de redes y coaliciones entre organizaciones de la sociedad civil y otros organismos.

 

Herramientas 

El IASC (2006) reconoce 3 aspectos clave para garantizar una participación efectiva: la forma en que se transmiten las solicitudes de participación (para que la divulgación sea lo más eficaz posible); el tipo de información y apoyo necesarios para potenciar la participación y el liderazgo; y, el fomento de la confianza. Véase IASC, 2006 p. 33.

 

La Herramienta del ACNUR para el Diagnóstico Participativo ofrece información completa sobre la participación de los individuos y las comunidades en las evaluaciones. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 2005. La Herramienta del ACNUR para el Diagnóstico Participativo en las Operaciones. Ginebra: ACNUR.

 

 

Ejemplo: En 2005, el UNIFEM puso en marcha un proyecto de alerta temprana sensible al género en las Islas Salomón. El proyecto formó a 20 voluntarios de ambos sexos procedentes de comunidades propensas al conflicto; desarrolló una serie de indicadores de conflicto y paz sensibles al género; reunió datos a escala comunitaria y nacional; y, difundió los datos a las comunidades, la sociedad civil, el gobierno y los donantes. Eso hizo que el sistema se convirtiese en un recurso para la prevención de conflictos. El uso de indicadores sensibles al género (como el índice de violencia doméstica y de violación y los niveles de miedo experimentado por las mujeres que acuden a los mercados) justificó que se considerase a las cuestiones de género y violencia de género como señales de conflicto inminente y trastornos sociales.

Indicadores utilizados 

  • Influencia de las mujeres en las decisiones comunitarias: Desde el punto de vista cultural y religioso, las mujeres son consideradas como ajenas al proceso de toma de decisiones; cuando una mujer opina sobre algo, los hombres se sienten amenazados aunque sepan que tiene razón.
  • Participación de las mujeres en la resolución de disputas comunitarias relativas a la tierra: Las mujeres no suelen participar debido a que no toman decisiones en la comunidad, incluso en sociedades matrilineales donde las mujeres son quienes custodian las tierras. Las disputas por tierras fueron una de las causas subyacentes del conflicto.
  • Desempleo de los jóvenes varones: Factor desestabilizante durante las tensiones, puesto que los jóvenes varones desempleados exigían compensación como medio para lograr ingresos de efectivo. Aumento de la actividad delictiva, que sigue asociada con los jóvenes varones desempleados que han abandonado los estudios.
  • No frecuentar los mercados ni los jardines por miedo: Normalmente, son las mujeres las que pasean por jardines no muy céntricos o las que transportan productos a los mercados. Durante el periodo de tensión, las mujeres tenían demasiado miedo como para realizar su trabajo, lo que, en consecuencia, provocó una menor seguridad alimentaria y un descenso de ingresos de efectivo.
  • Incidencia delictiva: Especialmente vinculada al desempleo de los jóvenes varones (véase más arriba). Se percibe un aumento de los delitos en Honiara, que cada vez son más violentos.
  • Miedo a represalias de presos: Tema resaltado por las mujeres, con pruebas de que las mujeres son víctimas de las amenazas y el resarcimiento de los hombres que salen de prisión por delitos relacionados con el conflicto.
  • Casos de violaciones: Además del elevado número de violaciones sufridas por las mujeres y las niñas durante las tensiones, se siguió registrando un alto índice de casos mucho después de la firma del acuerdo de paz.
  • Confianza entre grupos étnicos: En relación con los estereotipos negativos predominantes sobre los distintos grupos y con una fuerte identificación dentro del grupo, especialmente entre los hombres. Este aspecto desempeñó un papel fundamental al potenciar los conflictos violentos.
  • Violencia doméstica: Un indicador de alto riesgo relacionado con el consumo de alcohol, la inseguridad económica y las repercusiones de las tensiones; las pruebas sugieren que el índice aumentó drásticamente durante y después de las tensiones.
  • Una manera de hablar negativa (rumores): Aspecto significativo tanto antes como durante las tensiones. Es también un tema de género, ya que la circulación de rumores suele relacionarse con las mujeres, especialmente durante las tensiones cuando se consideró que sus historias alimentaban el conflicto.
  • Matrimonios que se rompen: La incidencia de rupturas matrimoniales aumentó significativamente durante las tensiones y se asocia al abuso de alcohol y una mayor tendencia a tener segundas esposas o amantes. Esto se percibe como un indicador de alto riesgo por parte de las mujeres, pero no por parte de los hombres.

Esto, combinado con el trabajo con mujeres y hombres de las propias comunidades, permite a las mujeres participar —y gozar de legitimidad— en las decisiones, los debates y la planificación comunitarios acerca de las estrategias de prevención de conflictos y consolidación de la paz a desarrollar en la comunidad. Esto ha demostrado ser eficaz para involucrar a los hombres y para que tomen conciencia de las consecuencias de la violencia de género. A raíz de ello, muchos participantes varones se convirtieron en defensores convencidos de las mujeres en los casos de violencia de género dentro de la comunidad.

Para más información, véase: Engendering Conflict Early Warning: Lessons from UNIFEM’s Solomon Islands Gendered Conflict Early Warning Project (2006).

Fuente: extracto de Moser, 2007, p. 16.