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Educar en grupo

Última editado: October 30, 2010

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¿Qué es la educación en grupo?

Los talleres grupales son una de las estrategias más comunes para promover cambios positivos de actitud y comportamiento entre los hombres. Pueden abarcar diversos métodos y enfoques, desde una sola sesión de educación en grupo hasta 16 sesiones semanales. Por lo general, estas iniciativas incluyen la creación de espacios dinámicos para que los hombres y niños reflexionen críticamente acerca de las normas de género y los participantes tengan la oportunidad de practicar comportamientos equitativos en función del género. La educación en grupo puede utilizarse por sí sola o como un elemento de una estrategia que podría incluir, entre otras cosas, iniciativas de comunicación, información en los medios de difusión y capacitación.

Recomendaciones sobre programación y experiencia adquirida

Planifique sesiones múltiples de educación en grupo y deje tiempo libre entre sesiones.

  • Las sesiones múltiples parecen ser el método más eficaz para producir cambios de actitud y comportamiento reconocidos por los propios interesados;
  • Las sesiones de educación en grupo semanales de 2 horas a 2 horas y media durante 10 a 16 semanas parecen ser el método más eficaz para lograr un cambio de actitud sostenido;
  • Deje tiempo libre a los participantes entre sesiones (de unos días a una semana) para reflexionar sobre el contenido y permitir que los hombres y niños apliquen los temas analizados a la vida real y piensen sobre los desafíos que podrían tener por delante (OMS, 2007).

Organice debates grupales en los que se reflexione explícita y críticamente sobre la masculinidad y las normas de género.

  • Incluya un debate sobre la forma en que se construye el género y en que esto afecta las relaciones, el poder y la desigualdad;
  • Relacione los debates con las preocupaciones de la vida real de los participantes;
  • Complemente las reflexiones con información exacta e imparcial, particularmente cuando se expresan opiniones con prejuicios de género.
Ejercicio: “Actúe como un hombre, actúe como una mujer”, elaborado inicialmente por Paul Kivel del Oakland Men’s Project en los Estados Unidos.  La versión que se presenta se extrajo del manual Hombres como Compañeros: Un programa que complementa la capacitación de educadores sobre preparación para la vida preparado por EngenderHealth y la Asociación de Planificación Familiar de Sudáfrica.  El manual esta disponible en inglés.

Incluya oportunidades de desarrollo de aptitudes

Fomente el desarrollo de aptitudes, por ejemplo enseñar a los hombres a expresar sus sentimientos sin ejercer la violencia, cómo negociar las relaciones sexuales consensuales y  sin riesgos, cómo intervenir en situaciones violentas y en casos de incitación verbal a la violencia y a actitudes sexistas, y cómo resolver conflictos en el contexto de las relaciones de pareja.

Ejemplo: Mentors in Violence Prevention (Mentores para prevenir la violencia)  (Estados Unidos). Puede ver un vídeo de su labor en inglés.

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Enseñe a los hombres a intervenir. Use el enfoque del observador que interviene

Un observador es una persona que se encuentra en el lugar en que se produce una situación de abuso (mirando y escuchando) o en que se hacen comentarios sexistas. Cuando los hombres y niños son testigos de estas situaciones y guardan silencio, en cierto modo están diciendo que las actitudes y comportamientos que se observan son aceptables. En cambio, cuando la persona que se encuentra en el lugar rechaza claramente con sus actos o palabras lo que está sucediendo, transmite un mensaje inequívoco respecto del comportamiento despectivo y violento de los hombres contra las mujeres (Funk, 2006).

El “enfoque del observador que interviene” puede servir para:

  • Transmitir el mensaje de que la violencia es la responsabilidad de todos;
  • Empoderar a las personas para enfrentarse con los abusadores;
  • Crear oportunidades para que otros hombres expresen su malestar (Funk, 2006);
  • Enseñar a los hombres a intervenir cuando se encuentran en una situación de violencia o ante un comportamiento o comentario sexista de otros hombres.

Una desventaja de este enfoque es que podría no dar resultado en contextos en que se acepta en forma generalizada la violencia contra la mujer.

Al enseñar a los hombres a intervenir cuando observan este tipo de situaciones, es importante explicar claramente qué significa ser un observador; reconocer que intervenir podría ser intimidatorio o atemorizador y que al principio podría resultar incómodo actuar hasta que se haya desarrollado un estilo propio de las aptitudes aprendidas (Funk, 2006). Para instrucciones sobre un ejercicio de reflexión realizado con hombres para alentar la intervención de los observadores, véase [Link to exercise on p. 61].

Otro método (también basado en un enfoque de normas sociales) que ha servido para modificar las normas sexistas entre pares y aumentar la voluntad de intervenir como observador se basa en la investigación para poner de relieve la brecha que existe entre la percepción que tienen los hombres respecto de lo que sus pares sostienen acerca de actitudes y comportamientos sexistas y que incitan a la violencia, y la verdadera forma de pensar de estos (Flood, 2005-2006).

Usando el enfoque del “observador que interviene”, otras campañas han procurado crear “un sentido de responsabilidad y empoderamiento para poner fin a la violencia sexual en todos los miembros de la comunidad”. Desarrollan las aptitudes de hombres (y mujeres) para reducir las tensiones en situaciones de riesgo y convertirse en aliados eficaces de los supervivientes, y fomentan un sentimiento de responsabilidad comunitaria respecto de la prevención de la violencia (Banyard, 2005 en Flood, 2008).

Diez cosas que los hombres pueden hacer para prevenir la violencia

Jackson Katz

1. Trate el tema de la violencia basada en el género como una cuestión de HOMBRES que abarca a los hombres de todas las edades y antecedentes socioeconómicos, raciales y étnicos. Considere a los hombres no solo autores o posibles infractores, sino observadores empoderados que pueden enfrentarse con sus pares cuando estos se comportan de forma abusiva.

2. Si un hermano, amigo,  compañero de clase o de equipo maltrata a su compañera, o se muestra irrespetuoso o abusivo con las niñas o las mujeres en general, no  haga caso omiso de ello. Si se siente en condiciones de hacerlo, hable con él. Ínstelo a hacer una consulta especializada. O bien, si no sabe qué hacer, hable con un amigo, un progenitor, un profesor o un consejero. NO GUARDE SILENCIO.

3. Tenga la valentía de hacer una introspección. Analice sus propias actitudes. No se ponga a la defensiva cuando algo que hace o dice lastima a otra persona. Procure por todos los medios comprender la forma en que sus propias actitudes o actos pueden involuntariamente perpetuar el sexismo y la violencia, y esfuércese por cambiarlos.

4. Si sospecha que una mujer de su entorno es víctima de maltrato o ha sido objeto de una agresión sexual, pregúntele delicadamente si puede ayudarla.

5. Si usted comete abusos emocionales, psicológicos, físicos o sexuales contra mujeres, o lo ha hecho en el pasado, solicite ayuda profesional AHORA.

6. Conviértase en aliado de las mujeres que están trabajando para poner fin a todas las formas de violencia. Apoye la labor de los centros de mujeres en sedes universitarias. Asista a marchas u otros actos públicos de Take Back the Night. Recaude fondos para centros para situaciones de crisis causadas por violación y albergues para mujeres golpeadas. Si pertenece a un equipo, organización u otro grupo estudiantil, planifique una campaña de recaudación de fondos.

7. Reconozca y exprese claramente su postura contra la homofobia y los ataques contra los gays. La discriminación y la violencia contra lesbianas y gays están mal en sí mismas y por sí mismas. Este abuso también guarda una relación directa con el sexismo (por ejemplo, con frecuencia se pone en tela de juicio la orientación sexual de los hombres que expresan una postura en contra del sexismo, como una estrategia consciente o inconsciente destinada a silenciarlos. Esta es una de las principales razones por las que pocos hombres lo hacen).

8. Asista a programas, tome cursos, vea películas y lea artículos o libros acerca de masculinidades multiculturales, desigualdad de género y las causas fundamentales de la violencia basada en el género.  Edúquese y eduque a los demás acerca de la forma en que las fuerzas sociales más amplias afectan los conflictos entre hombres y mujeres.

9. No financie el sexismo. Niéguese a comprar revistas, alquilar vídeos, suscribirse a un sitio web, o adquirir música en que se retrate a niñas o mujeres de manera degradante o abusiva. Proteste contra el sexismo en los medios de difusión.

10. Forme y eduque a varones jóvenes para que se conviertan en hombres de maneras que no impliquen la degradación o el abuso de niñas y mujeres. Ofrezca sus servicios voluntarios para trabajar en programas de prevención de la violencia basada en el género, incluidos programas para hombres que combatan el sexismo. Dé el ejemplo.

 

Para más información, visite la página de Jackson Katz.

 

La campaña Bell Bajao (Breakthrough, India)

“Ya es hora de que todos dejemos de ser testigos silenciosos.

Esta campaña multimedia de la emisora de televisión Breakthrough está dirigida a los hombres y niños de la India para que participen y asuman iniciativas, ya sea expresando su postura o tocando un timbre, para que las mujeres de sus comunidades puedan vivir una vida libre de violencia doméstica.  La campaña se está llevando a cabo en siete estados de la India y recurre a la prensa escrita, la televisión, la radio, la telefonía móvil, las camionetas equipadas con vídeos e Internet para difundir todos sus premiados anuncios de servicios públicos y llegar a destinatarios de todo el país. También distribuye material informativo, manuales y una guía para el debate sobre la violencia doméstica en inglés e hindi. Para más información y el enlace con la campaña, visite el sitio web.

Use distintos enfoques de enseñanza

Use escenificaciones y dramatizaciones al enseñar nuevas aptitudes que permitan a hombres y niños representar situaciones que de lo contrario no abordarían y permítales que “caminen en los zapatos” de otros. Las escenificaciones y los recursos que figuran más abajo pueden utilizarse en los debates de grupo con hombres adultos, en un aula u otros lugares con hombres más jóvenes.

Recursos de apoyo para el desarrollo de aptitudes

Caminando en sus zapatos: La violencia doméstica como forma de vida (Washington State Coalition Against Domestic Violence, Estados Unidos). Se trata de un recurso didáctico comunitario formulado para la enseñanza acerca de la violencia doméstica. Los participantes se mueven, actúan, piensan y viven las experiencias de mujeres golpeadas.  Elaborado originalmente en los Estados Unidos, ahora está disponible en distintas versiones e idiomas. Disponible en inglés.

Caminando en sus zapatos: Versión sobre justicia económica. Incrementa la conciencia acerca de las dificultades adicionales con que se enfrentan las mujeres golpeadas que son pobres e incluye la perspectiva del golpeador. Es sumamente útil para sesiones de capacitación más largas en que se presentan oportunidades de celebrar debates grupales. Disponible en inglés.

Caminando En Sus Zapatos (Alianza InterCambios) es la versión en español del original In Her Shoes adaptado al contexto de América Latina. Para más información y para obtener una copia visite el sitio web.

Vídeo con ejemplos de escenificación y su análisis posterior (La Cuarta R, Canadá). Este vídeo de 55 minutos se elaboró para ayudar a los facilitadores a analizar las escenificaciones. El vídeo incluye varias escenificaciones complejas y la forma en que los instructores pueden analizarlas. Puede usarse para mostrar una escenificación modelo, para analizar escenificaciones o como un recurso para comentarlas. Ha resultado ser útil para los docentes con menos experiencia en la facilitación de escenificaciones al desarrollar las aptitudes de los participantes para relacionarse. El vídeo esta disponible en inglés.

Promueva relaciones saludables y seguras, no solo de prevención de la violencia

En una relación saludable y segura las personas:

  • Respetan las opiniones, los sentimientos y las decisiones del otro, aunque no siempre coincidan;
  • No sienten celos ni son posesivas;
  • No se golpean ni amenazan;
  • Se comunican de manera abierta y honesta y no usan palabras hirientes;
  • Mantienen sus propios intereses y amistades fuera de la relación amorosa;
  • Usan la comunicación y la negociación para adoptar decisiones sobre sus actividades;
  • Aceptan el derecho del otro de decir que no y de cambiar de opinión;
  • Se sienten a gusto cuando están juntas;
  • Se sienten seguras cuando están juntas.

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Respete los límites de los diferentes participantes, especialmente al analizar temas delicados.

Los distintos participantes pueden sentir distinto grado de comodidad respecto de las cuestiones tratadas, podrían sentir timidez en un grupo o haber experimentado o presenciado actos de violencia. También es importante tener en cuenta los grupos de personas más jóvenes y velar por que las metodologías y los enfoques sean adecuados a la edad y la madurez.

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Elija un buen facilitador

Dado que abordar los roles de género y la violencia representa un desafío a las creencias tradicionales, podría provocar reacciones fuertes entre los participantes del grupo. Es importante que los facilitadores estén bien capacitados, en condiciones de resolver conflictos de manera diplomática y que los participantes confíen en ellos. Los mejores facilitadores:

  • Han recibido una extensa capacitación;
  • Han reflexionado sobre sus propias actitudes respecto del género y la masculinidad;
  • Tienen un comportamiento modelo equitativo en función del género, reflexiones más saludables sobre masculinidades y formas de relacionarse que se basan en el respeto y el diálogo (Harvey y otros, 2007);
  • Se sienten seguros al analizar cuestiones y conflictos complejos;
  • Están en condiciones de crear un espacio seguro en que los hombres puedan expresar dudas y preguntas sin temor al ridículo o la condena (OMS, 2007);
  • Son considerados, apasionados y están bien informados; son adaptables y flexibles; son sensibles; son auténticos y honrados; están dispuestos a enfrentarse con situaciones difíciles; y se conocen a sí mismos (Funk, 2006).

Experiencia adquirida sobre los facilitadores de educación en grupo

Tener un facilitador elegido concienzudamente y experimentado es fundamental pese a los posibles problemas que se enumeran a continuación.

  • Contratar a estos profesionales podría ser costoso;
  • Capacitar a los facilitadores puede llevar mucho tiempo y ser costoso;
  • Los facilitadores requieren supervisión;
  • Perder un buen facilitador debido a la rotación de personal o por cualquier otra razón podría ser difícil de superar.

Una medida para superar estos obstáculos podría ser sensibilizar y capacitar a profesionales que ya trabajan en esferas conexas, como escuelas, servicios de salud y organizaciones de la comunidad, y que podrían convertirse en buenos facilitadores del trabajo en grupo mediante oportunidades de capacitación.

CONSEJOS PARA FACILITADORES DE TRABAJO EN GRUPO CON VARONES JÓVENES

  • Establezca normas básicas respecto de la capacidad de escuchar, el respeto a los demás, la confidencialidad y la participación.
  • Es importante disponer de un espacio físico adecuado en que puedan llevarse a cabo las actividades sin restricciones de movimiento. No use un lugar semejante a un aula. En cambio, invite a los varones jóvenes a sentarse en un círculo durante los debates para fomentar un mayor intercambio. El espacio también debería ser privado para que los varones jóvenes se sientan cómodos analizando temas delicados y expresando opiniones personales.
  • Manténgase en movimiento tanto como sea posible para mantener a los participantes atentos e interesados.
  • Sea cordial y establezca una relación de confianza con los participantes.
  • Vístase adecuadamente. Su aspecto debe ser informal pero profesional.
  • Recuerde que la información debe impartirse de manera no autoritaria, libre de prejuicios y neutral. Nunca deben imponerse los sentimientos personales a los participantes.
  • Sea cuidadoso en su utilización del lenguaje y los mensajes que transmite a los varones jóvenes.
  • Recuerde que aunque los varones jóvenes a menudo actúan como si estuvieran bien informados acerca de cuestiones sexuales, con frecuencia tienen preocupaciones sobre las relaciones y la salud sexual, inclusive sobre temas como la pubertad, el tamaño del pene y la forma de comunicarse con una mujer.
  • Invite a los varones jóvenes a elegir los temas de debate y haga que esos temas asuman importancia a nivel personal. Recuerde que debe reflexionar siempre sobre las actividades y preguntar a los participantes cómo pueden aplicar lo que han aprendido en sus vidas.
  • Los varones jóvenes responden positivamente a actividades participativas que son entretenidas y educativas. Por ejemplo, las dramatizaciones les permiten analizar problemas sobre los cuales podría resultarles incómodo conversar en otros contextos. Las dramatizaciones también permiten a los varones jóvenes practicar distintas competencias, como la negociación, el rechazo y la adopción de decisiones. Recuerde que a algunos varones jóvenes podría desagradarle el contacto físico durante las dramatizaciones o asumir roles femeninos. En lugar de dramatizaciones puede organizar debates en que los participantes tengan que defender posturas que normalmente podrían no considerar.
  • No trate de inspirar temor pues a menudo los varones jóvenes podrían cerrarse o paralizarse.
  • Aliente a los participantes a ser honestos y abiertos. No deberían tener miedo de hablar sobre temas delicados. Estimule a los varones jóvenes a expresar abiertamente sus pensamientos y sentimientos, y no a decir lo que piensan que el facilitador (o los pares presentes) desean escuchar.
  • Si uno de los participantes formula una afirmación exagerada, da información falsa o repite mitos en el curso de un debate, trate de pedir aclaraciones y suministre datos e información correctos. Puede invitar a otro participante a expresar una opinión diferente y, en caso de que nadie responda, el facilitador puede ofrecer su opinión con datos que la respalden.
  •  Verifique sus propios supuestos, teniendo especialmente en cuenta si los varones jóvenes de un determinado grupo social, cultural o religioso parecen producir algún tipo de reacción fuerte. De ser así, podría aprovechar la oportunidad para reflexionar y reconsiderar sus propios supuestos o prejuicios.
  • Realice evaluaciones periódicas. Por lo general estas se realizan al comienzo de cada sesión y podrían estructurarse en torno a las preguntas siguientes:

1) ¿Cómo les ha ido desde la última reunión?

2) ¿Ha sucedido algo nuevo?

3) ¿Han hablado con alguien acerca de las cuestiones que analizamos desde nuestra última sesión?

 

* Si durante la evaluación surgen cuestiones importantes, no sea excesivamente estricto respecto del programa previsto. Dedique tiempo a analizar algunas de las cuestiones planteadas por los varones jóvenes.

  • Suministre otros recursos que los varones jóvenes pueden utilizar para obtener más información o apoyo sobre las cuestiones analizadas en el curso práctico. Por ejemplo, tal vez deba indicar a los participantes dónde recurrir para obtener servicios (por ejemplo, si ha experimentado o presenciado actos de violencia en la infancia, o abuso sexual como joven adulto; para cuestiones de toxicomanía); o para recabar asesoramiento voluntario. Tenga en cuenta si hay servicios en Internet, servicios apropiados para jóvenes o profesionales especializados en las necesidades de los jóvenes, o grupos de apoyo entre pares.

 

Adaptado de: Promundo y UNFPA (2007), Hombres jóvenes y la prevención del VIH: Una guía para la acción. Disponible en inglés, portugués y español.

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Los facilitadores deberían estar preparados para enfrentarse con resistencia

Los hombres, tanto jóvenes como adultos, así como las mujeres, pueden ponerse a la defensiva cuando se cuestionan las normas de género.  Aunque aún queda mucho por aprender sobre la mejor forma de hacer frente a la resistencia, los facilitadores pueden adoptar algunas medidas, entre ellas:

  • Comprender que la resistencia puede ser un mecanismo de defensa frente a la incertidumbre y podría tener distintas causas, como el temor, la protección de un privilegio o el sentimiento de hostilidad frente al feminismo;
  • Sentirse preparado y cualificado para actuar en caso de conflicto entre los participantes (inclusive conflicto físico);
  • Promover un estilo de debate que aliente la tolerancia y el respeto mutuo;
  • Aprovechar las situaciones de conflicto y los temas que parezcan llevar al conflicto para promover nuevos debates;
  • Ser consciente de los estereotipos de género y el discurso homofóbico que podría surgir y estar preparado para afrontarlo.

Use facilitadores hombres y considere la posibilidad de que hombres y mujeres trabajen juntos como co-facilitadores

Los facilitadores hombres podrían:

  • Tener sus propios conocimientos sobre la forma en que funciona la masculinidad y usar estos de manera crítica dentro del grupo;
  • Deben ser considerados fiables y persuasivos por los participantes hombres;
  • Hacer que los hombres y niños se sientan más cómodos;
  • Presentar comportamientos modelos, por ejemplo, capacidad de escuchar, empatía y respeto tanto hacia mujeres como hombres.

Al mismo tiempo, los facilitadores mujeres y hombres que trabajan juntos pueden:

  • Hacer que los hombres escuchen una perspectiva diferente de la situación;
  • Constituirse en modelo de relación equitativa en función del género.

Promueva grupos integrados solo por hombres y cree espacios seguros

Los grupos de hombres solos pueden:

  • Percibirse como espacios más seguros para debatir temas delicados;
  • Dar a los hombres la oportunidad de escuchar las opiniones de otros hombres;
  • Ofrecer a los hombres aliados visibles (Berkowitz, 2004).

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Considere la posibilidad de organizar grupos de ambos sexos de cuando en cuando

En ciertos casos podría resultar apropiado organizar grupos de ambos sexos pues esto representa una buena oportunidad de que los hombres escuchen las perspectivas y preocupaciones de las mujeres.

Experiencia adquirida con grupos de solo hombres o con grupos de ambos sexos

Las investigaciones sobre la eficacia de educar a hombres solamente o en un grupo integrado también por mujeres se han centrado principalmente en la violencia sexual, aunque los resultado de estas investigaciones posiblemente puedan transferirse a la educación de hombres en relación con otras formas de violencia basada en el género.

En general, los grupos mixtos han resultado más eficaces cuando el objetivo era incrementar la empatía de los hombres hacia las mujeres y hacia quienes han sido objeto de la violencia perpetrada por hombres. Por otra parte, los grupos de solamente hombres en general han obtenido mejores resultados cuando procuraron impulsar la participación de hombres como aliados o en programas del “observador que interviene”. En cualquiera de los casos, los educadores varones deberían garantizar la comunicación con los grupos de mujeres locales sobre el contenido de las sesiones y presentaciones.

Fuente: Funk, R.E., 2006. Reaching Men: Strategies for Preventing Sexism and Violence. Jist Publishing.

Ejemplos de organizaciones que utilizan este enfoque:

Paso a Paso

Ghamkori

Salud y Género

Men’s Resources International

Mentores para prevenir la violencia

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Ayude a los hombres a ver la distorsión entre las normas de género reales y las percibidas

Muchos hombres podrían creer equivocadamente que otros hombres aceptan la violencia contra las mujeres y podrían reaccionar expresando normas de género poco equitativas, aunque en la práctica no se comporten de esta manera. Los grupos deberían trabajar para:

  • Cuestionar su aceptación de las normas sexistas aplicadas por sus pares;
  • Modificar las percepciones de los hombres sobre las actitudes y comportamientos de sus pares con el objeto de incrementar su voluntad de intervenir en casos de comportamiento violento.

Disipe los mitos sobre la violencia contra la mujer

Las creencias populares sobre la violencia contra la mujer, y la violación en particular, perpetúan este tipo de abuso al reforzar los estereotipos de género que justifican la violencia y echan la culpa a la víctima. Disipar estos mitos podría incrementar la comprensión de los hombres acerca de la violencia contra la mujer e infundir en ellos empatía hacia las víctimas de este tipo de violencia.

Experiencia adquirida en relación con el estímulo de la empatía hacia la víctima

Se cree que para que los hombres cometan una violación, deben carecer de empatía. Por esta razón, varios programas de prevención procuran alentar la empatía de los hombres hacia las víctimas de la violencia (en particular las víctimas de la violencia sexual) (Flood, 2005-2006). No obstante, los datos relativos a este enfoque demuestran que estos intentos han tenido resultados contradictorios.  Aunque algunos estudios han demostrado que los programas pueden efectivamente aumentar la empatía hacia las víctimas de la violencia sexual (Foubert, 2000), por lo menos un estudio (realizado entre estudiantes universitarios varones) demostró que en realidad estos intentos incrementaban la posibilidad de que los participantes apoyaran comportamientos que justificaban la violación, y no habían mejorado ni su empatía ni sus actitudes a favor de la violación (Berg, Lonsway y Fitzgerald, 1999).  Los autores tenían la teoría de que esta conclusión posiblemente obedeciera a la excitación sexual que les producía el relato de una mujer sobre la agresión sexual y sugirieron que las técnicas de inducción de empatía podrían inadvertidamente correr el riesgo de vincular el sexo y la violencia como se hacía con frecuencia en los medios de comunicación o en la pornografía.

Estos datos contradictorios determinaron que Berkowitz (2002) sostuviera que podría ser necesario ocuparse primero de los problemas de los hombres y que tal vez convendría invitar a los hombres a identificarse tanto con los supervivientes hombres como mujeres. Lo cierto es que una estrategia que combina enfoques múltiples ha resultado eficaz para aumentar la empatía de los hombres hacia la víctima.

Recursos para disipar mitos

Ejercicio: “¿Cuáles son los mitos y las verdades que contribuyen a perpetuar la violencia contra la mujer?”, adaptado del Programa de estudios TEACH VIP de la OMS. Disponible en inglés.

Hay varias escalas de medición de la aceptación de mitos sobre la violación, entre ellas la escala de aceptación del mito de la violación de Burt y la escala de aceptación del mito de la violación de Illinois.  Vea algunas preguntas.

North west media, inc. desarrolló varios programas en vídeo que pueden usarse con adolescentes para incrementar los conocimientos y la comprensión acerca de la violación y sus efectos sobre las supervivientes, entre ellos:

  • Rape: Get the Facts (La violación: Datos fehacientes) (para jóvenes de 13 a 25 años) suministra las perspectivas y el análisis sobre la violación aportados por agentes clave, como médicos, abogados y defensores de víctimas, además de los propios supervivientes.
  • Acquaintance Rape: The Ultimate Betrayal (Violación por un conocido: la peor traición) (para mayores de 14 años) presenta tres casos de violación por un conocido por medio de entrevistas francas.
  • No Means No! (¡No es no!) (para mayores de 14 años) analiza las reacciones emocionales que provoca una violación en una cita.
  • Teen Files Flipped: Date Rape/Abusive Relationships (Expedientes de adolescentes: violación en una cita/relaciones abusivas) (para jóvenes de 14 a 22 años) puede servir para alentar cambios de actitud y de comportamiento en las relaciones de pareja.

Todos los materiales son disponibles en inglés.


Considere la posibilidad de combinar el trabajo en grupo con actividades de formación profesional

Podría ser difícil impulsar la participación de los hombres, y los jóvenes de mayor edad en particular, porque tal vez estén trabajando, buscando empleo o participando en cursos de capacitación con miras a encontrar empleo. Así pues, tal vez sea importante considerar la posibilidad de combinar el trabajo en grupo con actividades de formación profesional para garantizar la asistencia o bien celebrar los talleres durante los fines de semana.

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 Iniciativas que han utilizado la educación en grupo con hombres y mujeres para abordar el problema de la violencia contra la mujer

Algunos ejemplos de iniciativas que utilizan la educación en grupo como parte de una estrategia múltiple son:

Iniciativas que dependen principalmente de la educación en grupo:

Stepping Stones (Sudáfrica y otros 40 países)

Stepping Stones (Paso a Paso) es una serie de cursos prácticos para la prevención del VIH que tiene por objeto mejorar la salud sexual mediante el establecimiento de relaciones más sólidas, más equitativas en función del género y que fomenten una mejor comunicación entre los miembros de la pareja. Utiliza enfoques de aprendizaje participativo para consolidar los conocimientos sobre salud sexual, la conciencia de los riesgos y las consecuencias de asumirlos, y las técnicas de comunicación, y brinda oportunidades de una autorreflexión facilitada sobre el comportamiento sexual. Se formuló inicialmente para ser utilizada en Uganda y durante el último decenio se ha usado en más de 40 países, se la ha adaptado por lo menos a 17 entornos y se la ha traducido por lo menos a 13 idiomas. Se imparte a grupos de un solo sexo, en forma simultánea, y la serie consiste de 13 sesiones de 3 horas cada una, complementadas por 3 reuniones de grupos de pares hombres y mujeres y una reunión final conjunta. El programa abarca una 50 horas y dura de 6 a 8 semanas. La segunda versión de la adaptación sudafricana fue objeto de una rigurosa evaluación por medio de una prueba de control de forma aleatoria por grupos que demostró que Paso a Paso había mejorado considerablemente algunos comportamientos de riesgo reconocidos por los hombres, y una proporción menor de hombres comunicaron haber perpetrado actos de violencia dentro de la pareja durante los dos años del seguimiento, y  haber tenido menos relaciones sexuales a cambio de favores y problemas de bebida durante un período de 12 meses. Para más información, vea el estudio de caso.

 

Men Can Stop Rape (Estados Unidos)

Este programa de base comunitaria tiene por destinatarios a los varones que asisten a la escuela secundaria y la universidad con el objetivo de: 1) educar a los varones jóvenes sobre su papel como aliados de las mujeres en la prevención de la violencia en una cita; 2) promover modelos positivos, no violentos de fuerza masculina; y 3) empoderar a los jóvenes a fin de que adopten medidas para poner fin a la violencia en una cita, promover relaciones sanas basadas en la igualdad y el respeto, y crear comunidades escolares más seguras.  En una evaluación realizada en 2005, los varones que participaron en el programa informaron de que después de hacerlo era más probable que intervinieran para detener la violencia basada en el género (Hawkins & Zakiya Consulting, 2005, citado en OMS, 2007).  Para ver un vídeo de 10 minutos sobre el trabajo de la organización, visite el sitio web.

 

Mentores para prevenir la violencia (Estados Unidos)

Mentores para prevenir la violencia es un programa de capacitación de líderes que alienta a los estudiantes atletas y a los líderes estudiantiles a que impidan la violencia de los hombres contra las mujeres. El programa utiliza un enfoque creativo del “observador que interviene” respecto de la violencia basada en el género y la prevención de la intimidación. Se centra en los varones jóvenes no como maltratadores o posibles maltratadores, sino como observadores empoderados  que pueden enfrentarse con pares abusivos y prestar apoyo a las víctimas de abusos. Además, se centra en las mujeres jóvenes no como víctimas o posible objeto de acoso, violación y abuso, sino como observadoras empoderadas que pueden prestar apoyo a sus pares que han sido víctimas de abusos y enfrentarse con los que los cometen. Se basa en la premisa de que la mayoría de los hombres que cometen abusos no son sociópatas y de que muchos hombres que no están de acuerdo con la violencia no la rechazan abiertamente ni adoptan medidas al respecto porque no saben qué hacer. Vea el estudio de caso.

 

Recursos que pueden utilizarse en la educación en grupo con hombres y niños

Hombres como Compañeros: un programa que complementa la capacitación de educadores en preparación para la vida, segunda edición

Este manual se ha preparado para trabajar con hombres en relación con las normas de género y la salud reproductiva para prevenir la infección por el VIH y la violencia basada en el género. El manual está destinado principalmente a:

  • Instructores superiores de Hombres como Compañeros, encargados de la capacitación y supervisión de los educadores en preparación para la vida que ejecutan las actividades de la organización con el público;
  • Los propios educadores de Hombres como Compañeros en preparación para la vida.

Contiene diversas actividades educacionales interactivas sobre temas como el género y la sexualidad, la salud sexual de hombres y mujeres, el VIH y el SIDA y otras infecciones de transmisión sexual, relaciones de pareja y violencia, así como recursos generales para facilitadores, incluidos consejos para mejorar las técnicas de facilitación y ejemplos de actividades introductorias y destinadas a romper el hielo. Se dedican tres secciones a distintos aspectos de la violencia y una sección a las relaciones de pareja, en particular los comportamientos controladores.

Aunque se concibió originalmente para ser usada por los educadores de Hombres como Compañeros en Sudáfrica, el manual y las actividades que contiene han sido utilizados con éxito por instructores de todo el mundo. Disponible en inglés.

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Manuales del Programa H – producidos por Promundo, PAPAI, ECOS y Salud y Género

Incluye manuales de capacitación, sobre distintos temas, entre ellos:

  • Sexualidad y salud reproductiva;
  • Paternidad y cuidado;
  • De la violencia a la convivencia;
  • Razones y emociones;
  • Previniendo y viviendo con el VIH y el SIDA;
  • Paternidad, violencia y emociones (incluido el consumo de drogas) y el VIH y el SIDA. 

Disponibles en español, inglés y portugués.

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*Yaari Dosti (Programa H, India) - El Consejo de Población y CORO for Literacy, con el apoyo del Instituto Promundo, adaptaron el Manual del Programa H para su utilización en el contexto de la India. Esta adaptación puede descargarse en inglés e hindi.

Tài liêụ dành cho đồng đẳng viên (Programa H, Viet Nam) Producido por TCDN-MOLISA, Save the Children y el Instituto Promundo, con el apoyo de la USAID y Pact Vietnam, se adaptó para su utilización en el contexto de Viet Nam. La adaptación puede descargarse en vietnamita.

Los Manuales del Programa H también se están adaptando para el contexto de Tanzanía y los Balcanes y podrán descargarse próximamente.

Engaging Boys and Men in GBV Prevention and Reproductive Health in Conflict and Emergency-Response Settings: A Workshop Module (Acquire Project/USAID) El Módulo para cursos prácticos sobre la participación de niños y hombres en la prevención de la violencia basada en el género y la salud reproductiva en situaciones de conflicto y acción en casos de emergencia se elaboró con el objeto de desarrollar la capacidad de los profesionales que trabajan en este ámbito. Abarca conceptos básicos sobre el valor y el impacto de acercarse a los hombres en estas situaciones; explica la forma en que las situaciones de conflicto y emergencia pueden afectar las cuestiones de género; suministra métodos para impulsar la participación de los hombres e incorporar esta labor en los planes de trabajo existentes; y provee modelos de programas, actividades de capacitación y evaluaciones anteriores y posteriores a las intervenciones. Disponible en inglés.

Manual de Stepping Stones (Paso a Paso) (Wellbourne). Paso a Paso es un conjunto de recursos de capacitación sobre el género, el VIH, las comunicaciones y las técnicas para establecer relaciones de pareja. El taller tiene por objeto lograr que las personas, sus pares y sus comunidades modifiquen el comportamiento, a nivel individual y colectivo, “paso a paso”, con los medios que se suministran en las distintas sesiones. El material inicial contiene un manual de 240 páginas para instructores (y un curso optativo en formato de vídeo de 15 videoclips de 5 minutos cada uno).  Se suministran instrucciones sumamente detalladas sobre cómo organizar unas 60 horas de sesiones, divididas en 18 sesiones a lo largo de 10 a 12 semanas. La mayoría de las sesiones están destinadas a grupos pequeños, de 10 a 20 personas, del mismo género y edad. En algunas sesiones se reúne a todos los participantes. (Los participantes ven el vídeo o el DVD optativo en distintas sesiones del curso.)  El material, elaborado inicialmente para su uso con comunidades de África subsahariana, ahora también se ha adaptado para su uso en otras partes de África, en Asia, en Europa y otras partes.  Para más información sobre Paso a Paso, visite el sitio web.

El conjunto de recursos de capacitación de Paso a Paso puede adquirirse en inglés y frances.

La adaptación sudafricana del manual de Paso a Paso está compuesta de 14 talleres y ejercicios preparados para su utilización en entornos rurales y urbanos, con personas que saben leer y escribir y personas analfabetas. Puede obtenerse una copia en forma gratuita; si desea adquirir una cantidad mayor de copias puede hacerlo en el sitio web.

Working with Men on Gender, Sexuality, Violence and Health (Los hombres y el género, la sexualidad, la violencia y la salud) (Men’s Action for Stopping Violence Against Women, India) Este manual fue preparado conjuntamente por cuatro organizaciones de la India, a saber: Kriti Resource Centre, Eklavya, Tathapi y SAHAJ, Baroda, por conducto de su proyecto de salud centrado en la mujer. Este manual está dirigido a todos los que trabajan con diferentes grupos de hombres en relación con cuestiones de género, sexualidad y salud: maestros que trabajan con varones adolescentes, organizadores de la comunidad que trabajan con grupos de hombres como agricultores, esposos de mujeres que están en edad de procrear, cuidadores de personas que viven con el VIH y el SIDA, facilitadores que trabajan con hombres en relación con la violencia basada en el género y otros. Los facilitadores pueden o bien organizar una serie de talleres con el mismo grupo de participantes utilizando los seis módulos consecutivamente, o pueden decidir cómo impartirlos, elegir los elementos básicos de las sesiones y crear sus propios talleres según los objetivos y el tiempo disponible. El manual tiene seis módulos: equidad e igualdad, género, sexualidad, salud, violencia y técnicas de facilitación.  Está disponible en inglés e hindi.

Toolkit  for Working with Men and Boys to Prevent Gender-Based Violence (Guía práctica para trabajar con hombres y niños para prevenir la violencia basada en el género). Se trata de un amplio recurso para profesionales que trabajan con hombres y niños para prevenir la violencia. Contiene lecturas, estudios de casos, materiales de divulgación, ejercicios y otros materiales e incluye secciones sobre el trabajo con varones jóvenes y por medio de las escuelas. Todos los materiales están disponibles en inglés.

Así Aprendimos a Ser Hombres (Álvaro Campos, 2007). Este manual, para ser utilizado con grupos de hombres, es el resultado de la experiencia con grupos de hombres en distintos países de América Latina y el Caribe. Se centra en cuestiones de masculinidad y género. Disponible en español.

Hombres Trabajando con Hombres (Álvaro Campos, 2007). Este es un manual para facilitadores de grupos de hombres en América Central. Disponible en español.

Reaching Men: Strategies for Preventing Sexist Atittudes, Behaviours, and Violence (Ayudar a los hombres: Estrategias para prevenir actitudes, comportamientos y violencia sexistas) (Rus Funk, 2006) Reaching Men comienza con un panorama general que examina las teorías educacionales y determina cuáles son las más prometedoras para educar a los hombres. Se suministra una breve sinopsis de distintas formas de violencia junto con un análisis del modo en que cada una se relaciona con el sexismo. El capítulo siguiente trata de las cuestiones y las intersecciones del racismo, el sexismo y la homofobia con la violencia y el abuso. En los últimos capítulos se suministra información sobre las formas en que los educadores y los promotores pueden cuidarse mientras educan a los hombres sobre el sexismo y la violencia. Para comprarlo o solicitar más información, comuníquese con JistLife Publishing (www.jist.com) o llame al teléfono +1-800-648-5478.

Boys-Talk: A Program for Young Men about Masculinity, Non-violence and Relationships, Adelaide: Men Against Sexual Assault (Así hablan los niños: Un programa para varones jóvenes sobre la masculinidad, la no violencia y las relaciones de pareja, Adelaida: Los hombres contra la agresión sexual) (Brook Friedman, 1996) El programa Boys-Talk es una guía práctica para maestros, personas que trabajan con jóvenes y grupos de padres que proporciona a los varones jóvenes apoyo y opciones en la búsqueda de su propia comprensión de la masculinidad.  La primera parte del manual trata del género y la escolaridad con atención especial a las prácticas de la masculinidad en nuestra sociedad. También incluye información sobre la ejecución de programas. En la segunda parte del manual se presenta el programa. Disponible en inglés.

Mujeres y hombres de la mano contra la violencia (Kafa, Lebanon) Esta guía de KAFA (Ya basta) y Oxfam Gran Bretaña es un recurso para profesionales y organizaciones que trabajan con hombres y niños. Brinda orientación sobre la forma de impulsar la participación de hombres y niños para responder a la violencia contra las mujeres y las niñas, en el contexto de las comunidades árabes del Oriente Medio y África septentrional. Disponible en árabe, 143 páginas.

Vídeos y otros recursos

La vida de Juan (vídeo), Instituto Promundo

El dibujo animado, de 20 minutos de duración, fue creado para provocar el cuestionamiento entre hombres jóvenes de la forma en que fueron socializados y los roles de género que fueron llevados a asumir.  El vídeo está acompañado de una guía de debate.

Parte I

 

Parte II

 

Parte III


Sonke Gender Justice Digital Stories (Relatos digitales de Sonke Gender Justice) (Sudáfrica)

Un componente de la labor de Sonke con hombres y mujeres para transformar los roles de género, reducir la propagación del VIH y poner fin a la violencia basada en el género es el uso de los medios participativos. Al acercar a las personas para que compartan y registren relatos sobre sus vidas en videoclips breves, la organización trabaja para promover representaciones públicas significativas de hombres y mujeres que llevan vidas más consideradas hacia los demás, pacíficas y con relaciones más equitativas en función del género. Luego se usan segmentos de los vídeos para elaborar comunicaciones que brindan información, como carteles y anuncios para radio y televisión que lleguen a un público más amplio. Los relatos digitales están acompañados de guías de debate preparadas cuidadosamente para alentar el diálogo y la acción a nivel de la comunidad, que al mismo tiempo estimulan cambios institucionales y de política. Disponible en inglés.

 

Media Education Foundation – películas y documentales

Hip-Hop: Beyond Beats & Rhymes (versión completa) (Hip-hop: Más que  ritmo y rimas). Un examen de la masculinidad, el sexismo y la homofobia en la cultura hip-hop. Puede usarse con varones jóvenes para facilitar el debate y estimular la reflexión.

Killing Us Softly 3: Advertising's Image of Women (La imagen de la mujer en la publicidad). En esta película se utilizan imágenes de revistas y de la televisión para analizar críticamente la manera en que se representa a las mujeres en la publicidad. Puede utilizarse para la educación en grupo o en foros de debate con hombres. 

Game Over: Gender, Race & Violence in Video Games (Final de juego: género, raza y violencia en los videojuegos). En esta película se examina la naturaleza y las consecuencias de la violencia simulada y se alienta a los estudiantes de secundaria y universitarios a reflexionar críticamente sobre la forma en que se muestran el género y la raza en los juegos de vídeo y de computadora.

Tough Guise: Violence, Media & the Crisis in Masculinity (versión completa) (La violencia, los medios y la crisis de la masculinidad) En este análisis, el educador contra la violencia Jackson Katz sostiene que es importante comprender que la violencia en las escuelas estadounidenses es parte de la crisis actual de la masculinidad, robustecida por las imágenes de los medios de comunicación.

Wrestling with Manhood: Boys, Bullying & Battering (Luchando con la hombría: niños, matones y golpeadores). Esta película constituye un análisis pormenorizado de la lucha profesional y su relación con el sexismo, la homofobia, la violencia contra la mujer y el matonismo en las escuelas.

Boys to Men? (¿Niños que se convierten en hombres?). Esta es la segunda película de una trilogía sobre la masculinidad en los Estados Unidos y se centra en las presiones y expectativas de un grupo diverso de varones adolescentes jóvenes.

War Zone (Zona de guerra). ¿Qué se siente al caminar por la calle y ser hostigada, acosada, seguida y manoseada por hombres? La cineasta Maggie Hadleigh-West se armó de una cámara de vídeo para mostrarlo, enfrentándose con los hombres que se abusan de ella en este documental fascinante y aclamado por la crítica.

Todas las películas mencionadas pueden adquirirse en inglés.